Soy enfermera y administradora en salud, pero la bisutería la aprendí hace 14 años y empecé en el arte del Alambrismo hace 5. Me impulso una perdida muy grande en mi vida, la de mi padre, en ese tiempo vivía un proceso de feminicidio y empecé en esta técnica como una terapia, me apoye con unas maestras mexicanas y poco a poco el Alambrismo se convirtió en mi pasión. Luego de estudiar y practicar mucho, empecé a enseñarles a un grupo de mujeres que conocí en una fundación donde yo asistía por maltrato psicológico en mi ciudad, las capacite en la técnica, pero no sólo eso, las empoderé en el arte y las incentive a creer en sus marcas. En pandemia me diagnosticaron cáncer en metástasis y después de esa noticia, me fortalecí aún más en mis clases y mis grupos, porque Dios me dio el privilegio de unos añitos más para trabajar con mujeres que quieran empoderarse y salir adelante por sus sueños y triunfos.
